.

Si la fuerza del canto, no hubiera estado presente quizá nos hubiéramos regresado con una derrota desde el Callao, pero como dice esa canción del Comando: Blanquiazul, vaya al frente, no estás solo aquí tienes a tu gente… los de Alianza sacaron esa fuerza que le permitió empatar, y si hubieran habido cinco minutos más de alargue, no dudemos que habríamos volteado el partido.

Desde los primeros minutos se vio las ganas de encimar al equipo santo. A los tres González Vigil, avisaba la emoción al lanzar un tiro que pasó muy cerca. Pero si bien había un dominio, las llegadas no tenían contundencia. Esta vez la libertad de Montaño junto a los perros de presa en el medio campo, no dio el resultado esperado. Y más por los enredos del colombiano que esta vez no repitió lo que hizo frente al Cienciano. Al parecer la cancha del Miguel Grau no quiso que repitiera sus pasadas noches de gloria con otra camiseta.

De tanto ir adelante, la San Martín se dedicó a contragolpear con más claridad. Un cabezazo de Quinteros, fue bien contenido por Fortsyth. De allí las emociones carecieron de explosión.

En el segundo tiempo, los albos se adueñaron del campo, sin ser superiores. Su juego rápido, de pases largos, iba descolocando a la defensa íntima. Y es así como llega su gol a los veintiún minutos. Un error en campo rival hace que Hinostroza la recupere, se la lance a García y este de cabeza, con la complicidad de Corzo, se la entrega a Arzuaga, para que ponga el primero.

Pero el gol no hizo que Alianza baje los brazos y con la ayuda de esa hinchada, que se hizo presente buscó el arco. A veces de manera desordenada y errando los pases. Además de las constantes interrupciones del árbitro. Pero cuando creíamos que nos íbamos con una derrota, viene esa jugada de Corzo que a punta de coraje saca ventaja sobre su marcador, la lanza para el pivoteo de Fernández y éste deja solo a Quinteros frente al arco para anotar.

El gol, las ganas de tener un mejor resultado y el canto encendido del Comando Svr, hicieron que esos minutos finales sean tan nuestros y emocionantes. Dos tiros muy cercanos, el primero de Sánchez y otro de Velásquez besaron el palo y nos apagaron el grito del gol del triunfo, en los minutos finales.

No hay nada que hacer, sumar un punto no es malo, pero para lo que significa Alianza Lima, nos duele haber perdido dos puntos. Igual, este domingo estaremos encendidos con la misma pasión con que ayer calentamos la frías tribunas del Miguel Grau, pero esta vez será en nuestra casa, frente al Sporting Cristal.

¡ARRIBA ALIANZA TODA LA VIDA!

Comandosvr.com




Textos: Martín Roldán Ruiz

FUENTE: www.comandosvr.com